Sobre el alcohol

Los científicos han descubierto que los distintos tipos de alcohol tienen efectos muy diferentes en nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, las bebidas fuertes pueden provocar agresividad, lágrimas o deseo sexual, mientras que el vino tinto y la cerveza, por el contrario, hacen que nos relajemos.

Resultados de un estudio sobre el consumo de alcohol El vino tinto da más sueño que el blanco Los encuestados son más propensos a decir que se sienten relajados cuando beben vino tinto o cerveza Más del 40% admitió que el consumo de bebidas fuertes les hizo sentirse atraídos sexualmente Más de la mitad dijo que las bebidas alcohólicas fuertes les daban energía y confianza Sin embargo, un tercio de los encuestados dijo que se sentía agresivo después de beber bebidas fuertes El alcohol fuerte se asoció más fuertemente con sentimientos como la agresividad, el malestar, la ansiedad y el deseo de llorar Los hombres eran más propensos a experimentar agresiones por cualquier tipo de bebida que las mujeres (esto era especialmente cierto para los bebedores compulsivos) Sin embargo, estos resultados sólo muestran una correlación entre los cambios de humor y el alcohol, pero no explican las razones de estos cambios. Mark Bellis señala que el entorno en el que se consumía el alcohol era también un factor importante en el estudio: se preguntó a los encuestados si bebían en su casa o fuera de ella. "Los jóvenes tienden a preferir beber bebidas espirituosas en una fiesta fuera de casa, mientras que el vino se bebe más en un ambiente doméstico, en una comida o cena", explica. "Sigue dependiendo de lo que la persona quiera [de la bebida]. Alguien que quiera relajarse puede elegir una cerveza o una copa de vino", continúa el científico. Según él, los distintos tipos de alcohol se anuncian de forma diferente, por lo que la gente puede elegir un determinado tipo de bebida para adaptarse a un determinado estado de ánimo, pero esto también puede tener el efecto contrario, y provocar emociones negativas. "La gente puede esperar que el alcohol les ayude a sentirse de una manera u otra. La gente puede beber para sentirse más segura o relajada, pero también existe el riesgo de tener una reacción emocional negativa", señala Bellis. Los investigadores del King's College de Londres afirman que, según este estudio, las personas adictas al alcohol son cinco veces más propensas a esperar que la bebida les evoque emociones positivas que las que beben con poca frecuencia. "El estudio pone de manifiesto la importancia de comprender por qué la gente elige determinadas bebidas alcohólicas y qué efecto esperan obtener de ellas", afirma John Larsen, de Drinkaware. Según las directrices de los profesionales de la salud del Reino Unido, se recomienda no beber más de 14 unidades condicionales a la semana para el consumo más seguro de alcohol, lo que equivale aproximadamente a 12 raciones de licores (25 ml cada una), seis pintas de cerveza o seis vasos de vino de 175 ml.

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